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Vista de un artista de una partida de la nave espacial Pioneer al espacio interestelar. Pioneer 10 y 11 tienen trayectorias que les llevará eventualmente fuera de nuestro sistema solar. Imagen crédito: NASA
17 De julio de 2012
La desaceleración inesperada de las naves espaciales de la NASA Pioneer 10 y 11 - la llamada "anomalía Pioneer" - resulta ser debido al efecto de calor empujando hacia atrás la nave, según un reciente documento leve, pero detectable. El calor emana de la corriente eléctrica a través de instrumentos y el suministro de energía termoeléctrica. Los resultados fueron publicados el 12 de junio en la revista Physical Review Letters.
"El efecto es algo parecido a cuando usted está conduciendo un coche y los fotones de los faros están empujando hacia atrás," dijo Slava Turyshev, autora principal del periódico en Jet Propulsion Laboratory la NASA, en Pasadena, California "Es muy sutil".
Lanzadas en los años 1972 y 1973, respectivamente, Pioneer 10 y 11 se encuentran en una trayectoria hacia afuera de la influencia de nuestro Sol. En la década de 1980, los navegantes vieron una desaceleración en las dos naves espaciales, en la dirección hacia el Sol, cuando la nave se aproximaban a Saturno. Despidió como el efecto de regates del resto del propelente en las líneas de combustible después de que los controladores habían cortado el propelente. Pero en 1998, como la nave se mantiene viajando en su viaje y fueron más de 8 billones (13 billones kilómetros) lejos del Sol, un grupo de científicos liderados por John Anderson de JPL confirmó que hubo una desaceleración real de aproximadamente 300 cm por día al cuadrado (0,9 nanómetros por segundo cuadrado). Planteó la posibilidad de que esto podría ser algún nuevo tipo de física que contradecían la teoría de la relatividad de Einstein.
En el 2004, Turyshev decidió empezar a recopilar registros almacenados a lo largo de todo el país y analizar los datos para ver si definitivamente podría averiguar el origen de la desaceleración. En parte, él y colegas estaban contemplando una misión de física de espacio profundo para investigar la anomalía, y querían saber que hubo antes de solicitar una revisión de la nave espacial de NASA.
El y sus colegas iban buscando datos Doppler, el patrón de los datos comunicados a la Tierra de la nave y datos de telemetría, envían los datos de la limpieza de la nave. En el momento en que se iniciaron estos dos pioneros, Los datos todavía estaban siendo almacenados en tarjetas perforadas. Pero Turyshev y sus colegas fueron capaces de copiar archivos digitalizados desde el equipo de los navegantes del JPL que han ayudado a dirigir la nave espacial Pioneer desde la década de 1970. También encontraron más de una docena de cajas de cintas magnéticas almacenadas bajo una escalera en el JPL y archivos recibidos desde el centro de datos de ciencia nacional espacial en la NASA Goddard Space Flight Center, Greenbelt, MD. que trabajaron con la NASA Ames Research Center, Moffett Field, California, para salvar algunas de sus cajas de cintas magnéticas de ópticas. Recogió más de 43 gigabytes de datos, que pueden no parecer mucho ahora, pero es una gran cantidad de datos para los años 70. También logró salvar una máquina de cinta clásica que estaba a punto de ser desechada, por lo que podía correr las cintas magnéticas.
El esfuerzo fue una labor de amor para Turyshev y otros. La sociedad planetaria envió llamamientos a sus miembros para que ayuden a financiar el esfuerzo de recuperación de datos. NASA posteriormente también proporcionó financiación. En el proceso, un programador en Canadá, Viktor Toth, escuchó sobre el esfuerzo y estableció contacto con Turyshev. Él ayudó a Turyshev a crear un programa que podría leer las cintas de telemetría y limpiar los datos antiguos.
Vieron que lo que les estaba sucediendo a las Pioneer no estaba sucediendo a otra nave, principalmente debido a la forma en que se construyeron las naves. Por ejemplo, la nave espacial Voyager es menos sensible al efecto visto en Pioneer, porque sus impulsores se alinean a lo largo de tres ejes, mientras que las naves espaciales Pioneer depende de hilatura para permanecer estable.
Con todos los datos recién disponibles, Turyshev y sus colegas fueron capaces de calcular el calor de los subsistemas eléctricos y la decadencia de plutonio en las fuentes de alimentación de Pioneer, que coincide con la aceleración anómala en ambos pioneros.
"La historia es encontrar su conclusión porque resulta que la física estándar prevalece", dijo Turyshev. "Mientras que por supuesto hubiera sido emocionante descubrir un nuevo tipo de física, para que nosotros resolvamos el misterio".
Pioneer 10 y 11 fueron gestionados por la NASA Ames Research Center, Moffett Field, la última señal de California Pioneer 10 fue recibida en la Tierra en enero de 2003. Pionero del 11, su última señal fue recibida en noviembre de 1995. JPL es una división del Instituto de tecnología de California en Pasadena.
Jia-Rui C. Cook 818-354-0850
Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Calif.
jia-rui.c.cook@jpl.nasa.gov
Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, Calif.
jia-rui.c.cook@jpl.nasa.gov
Traducción: El Quelonio Volador
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