Amigas, Amigos, el quelonio volador migró de plataforma, ya que en blogger no se puede arregla. www.elqueloniovolador.science los llevará a la nueva plataforma Todos los días repetiré hasta terminar las 9.400 entradas de esta mas lo nuevo. Espero les guste la nueva plantilla. La diferencia es el punto después de las www Rogelio Julio Dillon El Quelonio Volador
4 de diciembre de 2014: El 3 de diciembre, la Agencia de
Exploración Aeroespacial de Japón (Japan Aerospace Exploration Agency o JAXA,
por su acrónimo en idioma inglés) lanzó con éxito su misión Hayabusa2 cuyo
objetivo es encontrarse con un asteroide, hacer aterrizar en su superficie una
pequeña sonda y tres mini vehículos exploradores, y luego recolectar muestras
para traerlas a la Tierra. La NASA y la JAXA están cooperando en las tareas
científicas de la misión. LaNASA aportará las comunicaciones a través de la Red
del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés) y respaldará la
navegación de la misión; recibirá a cambio una parte de las muestras que
recolecte Hayabusa2.
“Hayabusa2”, el explorador de asteroides, es el sucesor
de “Hayabusa” (MUSES-C), que reveló varias tecnologías nuevas y regresó a la
Tierra en junio del año 2010. Crédito de la imagen: JAXA y Akihiro Ikeshita
Hayabusa2 se basa en las lecciones aprendidas de la misión Hayabusa inicial,
de la JAXA, la cual recolectó muestras de un pequeño asteroide llamado Itokawa y
las trajo a la Tierra, en junio del año 2010. El objetivo de Hayabusa2 es un
asteroide de 870 metros de ancho, llamado 1999 JU3, en honor al año en el que
fue descubierto por el Proyecto Lincoln para la Investigación de Asteroides
Cercanos a la Tierra (Lincoln Near-Earth Asteroid Research project, en idioma
inglés), patrocinado por la NASA, en Lexington, Massachusetts. Se trata de un
asteroide de tipo C que, se cree, contiene más material orgánico que otros
asteroides. Los científicos esperan entender mejor cómo evolucionó el sistema
solar estudiando muestras de estos asteroides.
“Creemos que los asteroides de tipo C sufren menos alteraciones que otros asteroides”, dice Lucy McFadden, una científica planetaria del Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland. “Creo que va a ser muy interesante traer ese material a la Tierra y poder analizarlo en el laboratorio”.
El 17 de noviembre, la NASA y la JAXA firmaron un Memorando de Entendimiento para la cooperación en la misión Hayabusa2 y en la misión de la NASA denominada Nave Exploradora de Regolito con Capacidad de Interpretación Espectral y de Orígenes, Identificación de Recursos y Seguridad (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security – Regolith Explorer u OSIRIS-REx, por su acrónimo en idioma inglés) para maximizar mutuamente los resultados de sus misiones. El lanzamiento de OSIRIS-REx está programado para el año 2016. Será la primera misión estadounidense que traerá a la Tierra muestras de un asteroide. Asimismo, OSIRIS-REx se encontrará con el asteroide Bennu, que mide 500 metros, en 2019, con el propósito de realizar un reconocimiento detallado y traer muestras a nuestro planeta en el año 2023.
Hayabusa2 y OSIRIS-REx estrecharán aún más los lazos entre las dos agencias espaciales en pos de la exploración de asteroides.
Las misiones también ayudarán a la NASA a elegir su objetivo para la primera misión que capturará y redireccionará un asteroide. En la década de 2020, la Misión para el Redireccionamiento de Asteroides (Asteroid Redirect Mission o ARM, por su acrónimo en idioma inglés), de la NASA, ayudará a la entidad a poner a prueba nuevas tecnologías que serán necesarias para futuras misiones con seres humanos en los viajes a Marte.
Los cometas y los asteroides contienen material que se formó describiendo un disco alrededor de nuestro infante Sol. Los cientos de miles de asteroides conocidos son restos de material que no se unió para formar un planeta o una luna en el sistema solar interior. Los miles de cometas conocidos probablemente se formaron en el sistema solar exterior, lejos del calor del Sol, donde el agua existe bajo la forma de hielo.
Los objetos más grandes, como los planetas enanos Plutón y Ceres, también se formaron en el sistema solar exterior, donde el hielo de agua es estable. Plutón y Ceres pronto serán explorados por las misiones de la NASA New Horizons (Nuevos Horizontes, en idioma español) y Dawn (Amanecer, en idioma español), respectivamente. Los asteroides y los cometas son de particular interés para los científicos, sin embargo, porque podrían albergar pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra.
Estas misiones han incrementado en gran medida el conocimiento científico sobre nuestro sistema solar y sobre la historia de nuestro planeta. Muchos científicos sospechan que podríamos encontrar material orgánico en asteroides y cometas, como aminoácidos (los pilares fundamentales para la vida, que podrían ayudar a responder preguntas sobre los orígenes de la vida en la Tierra). Estas preguntas nos motivan para continuar explorando los intrigantes asteroides y cometas de nuestro sistema solar.
Las múltiples misiones de la NASA y de socios internacionales que están trabajando en el espacio o en el desarrollo de nuevas tecnologías y conocimiento podrían llevarnos mucho más cerca de la respuesta y también podrían ayudarnos a identificar Objetos Cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects, en idioma inglés) que podrían representar un riesgo de impacto para la Tierra. Asimismo, dichas misiones quizás ayudarían a informar sobre opciones de desarrollo vinculadas con la defensa planetaria.
“Creemos que los asteroides de tipo C sufren menos alteraciones que otros asteroides”, dice Lucy McFadden, una científica planetaria del Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, ubicado en Greenbelt, Maryland. “Creo que va a ser muy interesante traer ese material a la Tierra y poder analizarlo en el laboratorio”.
El 17 de noviembre, la NASA y la JAXA firmaron un Memorando de Entendimiento para la cooperación en la misión Hayabusa2 y en la misión de la NASA denominada Nave Exploradora de Regolito con Capacidad de Interpretación Espectral y de Orígenes, Identificación de Recursos y Seguridad (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security – Regolith Explorer u OSIRIS-REx, por su acrónimo en idioma inglés) para maximizar mutuamente los resultados de sus misiones. El lanzamiento de OSIRIS-REx está programado para el año 2016. Será la primera misión estadounidense que traerá a la Tierra muestras de un asteroide. Asimismo, OSIRIS-REx se encontrará con el asteroide Bennu, que mide 500 metros, en 2019, con el propósito de realizar un reconocimiento detallado y traer muestras a nuestro planeta en el año 2023.
Hayabusa2 y OSIRIS-REx estrecharán aún más los lazos entre las dos agencias espaciales en pos de la exploración de asteroides.
Las misiones también ayudarán a la NASA a elegir su objetivo para la primera misión que capturará y redireccionará un asteroide. En la década de 2020, la Misión para el Redireccionamiento de Asteroides (Asteroid Redirect Mission o ARM, por su acrónimo en idioma inglés), de la NASA, ayudará a la entidad a poner a prueba nuevas tecnologías que serán necesarias para futuras misiones con seres humanos en los viajes a Marte.
Los cometas y los asteroides contienen material que se formó describiendo un disco alrededor de nuestro infante Sol. Los cientos de miles de asteroides conocidos son restos de material que no se unió para formar un planeta o una luna en el sistema solar interior. Los miles de cometas conocidos probablemente se formaron en el sistema solar exterior, lejos del calor del Sol, donde el agua existe bajo la forma de hielo.
Los objetos más grandes, como los planetas enanos Plutón y Ceres, también se formaron en el sistema solar exterior, donde el hielo de agua es estable. Plutón y Ceres pronto serán explorados por las misiones de la NASA New Horizons (Nuevos Horizontes, en idioma español) y Dawn (Amanecer, en idioma español), respectivamente. Los asteroides y los cometas son de particular interés para los científicos, sin embargo, porque podrían albergar pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra.
Estas misiones han incrementado en gran medida el conocimiento científico sobre nuestro sistema solar y sobre la historia de nuestro planeta. Muchos científicos sospechan que podríamos encontrar material orgánico en asteroides y cometas, como aminoácidos (los pilares fundamentales para la vida, que podrían ayudar a responder preguntas sobre los orígenes de la vida en la Tierra). Estas preguntas nos motivan para continuar explorando los intrigantes asteroides y cometas de nuestro sistema solar.
Las múltiples misiones de la NASA y de socios internacionales que están trabajando en el espacio o en el desarrollo de nuevas tecnologías y conocimiento podrían llevarnos mucho más cerca de la respuesta y también podrían ayudarnos a identificar Objetos Cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects, en idioma inglés) que podrían representar un riesgo de impacto para la Tierra. Asimismo, dichas misiones quizás ayudarían a informar sobre opciones de desarrollo vinculadas con la defensa planetaria.
Siga las más recientes misiones y entérese de los
últimos descubrimientos en: http://www.nasa.gov/asteroid-and-comet-watch/
Créditos y Contactos | |
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting Editor de Producción: Dr. Tony Phillips |
Traducción
al Español: Angela Atadía
de Borghetti Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti Formato: Angela Atadía de Borghetti |
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