Amigas, Amigos, el quelonio volador migró de plataforma, ya que en blogger no se puede arregla. www.elqueloniovolador.science los llevará a la nueva plataforma Todos los días repetiré hasta terminar las 9.400 entradas de esta mas lo nuevo. Espero les guste la nueva plantilla. La diferencia es el punto después de las www Rogelio Julio Dillon El Quelonio Volador
11 de junio de 2015: Durante mucho tiempo, los seres humanos
han estado fascinados por el cosmos. Las pinturas rupestres antiguas demuestran
que hemos estado pensando en el espacio durante gran parte de la historia de
nuestra especie. La popularidad de las más recientes películas de ciencia
ficción sugiere que la mente humana simplemente podría estar adaptándose al
hostil medio ambiente que está “allí afuera”.
Pero el cuerpo humano es otro tema.
Cuando se reduce mucho la gravedad, como sucede en los vuelos espaciales, ya no utilizamos nuestros músculos para resistir el tirón usual de una masa planetaria y, si no realizan ejercicios adicionales, los astronautas pierden tanto hueso como músculo. Además, los estudios han demostrado que otras partes del cuerpo cambian en el espacio, como la curvatura de la columna vertebral, la cantidad de sangre que hay en el cuerpo y la visión.
Los oxiuros comparten una sorprendente cantidad de material genético con los seres humanos; lo suficiente, de hecho, como para convertirse en buenos sustitutos de los astronautas en los estudios médicos que se realizan en baja gravedad.
Hasta el momento, los viajes prolongados hacia el espacio exterior pueden estar limitados por nuestras capacidades físicas. Pero un nuevo y pequeño astronauta podría ofrecer el tan necesario conocimiento de las diferentes maneras en las cuales se comporta nuestro cuerpo en la microgravedad: el noble oxiuro (o lombriz intestinal).
Puede sonar como un golpe para el ego, pero los oxiuros, o Caenorhabditis elegans, comparten una considerable cantidad de material genético con los seres humanos. Lo suficiente, de hecho, como para convertirse en candidatos para un nuevo estudio diseñado con el fin de determinar cómo afectan los medio ambientes de baja gravedad a los astronautas.
Los oxiuros, al igual que las moscas de la fruta, con frecuencia se utilizan como modelos que representan organismos más grandes. Esto se debe a que su breve esperanza de vida permite a los científicos observar diversas generaciones de oxiuros en un corto período de tiempo, lo que permite obtener resultados más rápidos de los estudios. En una nueva investigación titulada “Alterations of C. elegans Muscle Fibers by Microgravity” (“Alteraciones de las fibras musculares de C. elegans provocadas por la microgravedad”, en idioma español), los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (International Space Station o ISS, por su sigla en idioma inglés) harán crecer dos tandas de oxiuros: una en microgravedad y la otra en una centrífuga, lo que permitirá que los oxiuros experimenten una gravedad simulada. La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (Japan Aerospace Exploration Agency, o JAXA, por su acrónimo en idioma inglés) está encabezando la investigación.
“Los astronautas cultivarán múltiples generaciones de organismos; de modo que podemos examinarlos en diferentes estados de desarrollo”, dice Atsushi Higashitani, quien es el principal investigador del experimento, en la Universidad Tohoku, ubicada en Miyagi, Japón. “Nuestros estudios ayudarán a esclarecer cómo y por qué ocurren estos cambios en la salud bajo microgravedad y también permitirán determinar si las adaptaciones al espacio se transmiten de una generación de células a otra sin que se produzca un cambio en el ADN básico de un organismo”.
Los resultados obtenidos del experimento podrían tener impacto sobre más personas que solamente los astronautas del futuro. Entender los cambios moleculares que podrían producirse bajo microgravedad podría ayudar a los investigadores a desarrollar tratamientos destinados a contrarrestar los cambios físicos asociados con el envejecimiento y el reposo prolongado. En la Tierra, el oxiuro puede ser sorprendentemente importante para la población de edad avanzada y también para quienes padecen algún tipo de debilidad así como para los astronautas que orbitan nuestro planeta.
El 14 de abril, los oxiuros espaciales fueron lanzados con rumbo a la Estación Espacial Internacional a bordo del cohete SpaceX, en su sexta misión de reabastecimiento.
Para obtener más información sobre los oxiuros y otros viajeros espaciales inesperados, manténgase conectado con ciencia.nasa.gov.
Pero el cuerpo humano es otro tema.
Cuando se reduce mucho la gravedad, como sucede en los vuelos espaciales, ya no utilizamos nuestros músculos para resistir el tirón usual de una masa planetaria y, si no realizan ejercicios adicionales, los astronautas pierden tanto hueso como músculo. Además, los estudios han demostrado que otras partes del cuerpo cambian en el espacio, como la curvatura de la columna vertebral, la cantidad de sangre que hay en el cuerpo y la visión.
Los oxiuros comparten una sorprendente cantidad de material genético con los seres humanos; lo suficiente, de hecho, como para convertirse en buenos sustitutos de los astronautas en los estudios médicos que se realizan en baja gravedad.
Hasta el momento, los viajes prolongados hacia el espacio exterior pueden estar limitados por nuestras capacidades físicas. Pero un nuevo y pequeño astronauta podría ofrecer el tan necesario conocimiento de las diferentes maneras en las cuales se comporta nuestro cuerpo en la microgravedad: el noble oxiuro (o lombriz intestinal).
Puede sonar como un golpe para el ego, pero los oxiuros, o Caenorhabditis elegans, comparten una considerable cantidad de material genético con los seres humanos. Lo suficiente, de hecho, como para convertirse en candidatos para un nuevo estudio diseñado con el fin de determinar cómo afectan los medio ambientes de baja gravedad a los astronautas.
Los oxiuros, al igual que las moscas de la fruta, con frecuencia se utilizan como modelos que representan organismos más grandes. Esto se debe a que su breve esperanza de vida permite a los científicos observar diversas generaciones de oxiuros en un corto período de tiempo, lo que permite obtener resultados más rápidos de los estudios. En una nueva investigación titulada “Alterations of C. elegans Muscle Fibers by Microgravity” (“Alteraciones de las fibras musculares de C. elegans provocadas por la microgravedad”, en idioma español), los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (International Space Station o ISS, por su sigla en idioma inglés) harán crecer dos tandas de oxiuros: una en microgravedad y la otra en una centrífuga, lo que permitirá que los oxiuros experimenten una gravedad simulada. La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (Japan Aerospace Exploration Agency, o JAXA, por su acrónimo en idioma inglés) está encabezando la investigación.
“Los astronautas cultivarán múltiples generaciones de organismos; de modo que podemos examinarlos en diferentes estados de desarrollo”, dice Atsushi Higashitani, quien es el principal investigador del experimento, en la Universidad Tohoku, ubicada en Miyagi, Japón. “Nuestros estudios ayudarán a esclarecer cómo y por qué ocurren estos cambios en la salud bajo microgravedad y también permitirán determinar si las adaptaciones al espacio se transmiten de una generación de células a otra sin que se produzca un cambio en el ADN básico de un organismo”.
Los resultados obtenidos del experimento podrían tener impacto sobre más personas que solamente los astronautas del futuro. Entender los cambios moleculares que podrían producirse bajo microgravedad podría ayudar a los investigadores a desarrollar tratamientos destinados a contrarrestar los cambios físicos asociados con el envejecimiento y el reposo prolongado. En la Tierra, el oxiuro puede ser sorprendentemente importante para la población de edad avanzada y también para quienes padecen algún tipo de debilidad así como para los astronautas que orbitan nuestro planeta.
El 14 de abril, los oxiuros espaciales fueron lanzados con rumbo a la Estación Espacial Internacional a bordo del cohete SpaceX, en su sexta misión de reabastecimiento.
Para obtener más información sobre los oxiuros y otros viajeros espaciales inesperados, manténgase conectado con ciencia.nasa.gov.
Créditos y Contactos | |
Autora: Rachel Molina Editor de Producción: Dr. Tony Phillips |
Traducción
al Español: Angela Atadía
de Borghetti Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti Formato: Angela Atadía de Borghetti El Quelonio Volador |
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